Como parte de nuestro Eco-Desafío de abril: Usar su plato para ayudar al planeta comiendo menos carne y lácteos, algunas de nuestras hermanas y asociados están compartiendo sus reflexiones sobre las opciones alimentarias sostenibles. Hoy, la Hermana Zaida Pérez Peralta o nuestra viceprovincia de Perú escribe sobre su comunidad está ajustando su menú.
En Perú nos sentimos bendecidas por la diversidad de vegetales, frutas, menestras y otras plantas que produce la Madre Tierra para gozar de una alimentación sostenible y sana.
Siendo pródiga la Madre Tierra en pastos para la crianza de animales, estamos acostumbrados/as al consumo de carnes de res, cerdo, cordero o aves y pescados.
En los últimos años tenemos mucha más información sobre la importancia de consumir más vegetales y frutas que carnes y lácteos. Sabemos que la alta contaminación de los suelos por los insecticidas, los abonos químicos, afectan a los animales que se alimentan de estos pastos y luego nosotros consumimos la carne contaminada, siendo uno de los efectos, el cáncer.
Así es que, en nuestra vida de comunidad damos importancia al consumo de fruta, pan con palta o aceitunas, cereal o cañihua o café en el desayuno. Para el almuerzo combinamos menestras como frijoles o garbanzos o lentejas o pallares con arroz porque juntos hacen proteína. Los granos como trigo, cebada integral, así como quinua que es un alimento completo, los usamos en guisos muy agradables.
Quiero explicar que la fuente del buen sabor de la comida está en el aderezo hecho con ajo dorado en un poco de aceite vegetal y cebolla a lo que se añade los condimentos como sal, pimienta molida, orégano seco y las verduras o menestras que se desea guisar.
Todavía consumimos en trozos pequeños carne roja, ave, pescado una vez a la semana. Estamos distanciando el consumo de carnes en el mes.
Un guiso muy apreciado en nuestra comunidad es el “Locro de zapallo” de carga. (es un tipo de zapallo). El guiso lleva zapallo en trozos, choclo de maíz en trozos, habas verdes, alverjitas, una papa en trocitos, y queso rallado, con una rama de huatacay para darle buen gusto. Se acompaña con arroz graneado y ensalada de verduras frescas. Servimos con un refresco de maracuyá.
Damos gracias a la Madre Naturaleza por su generosidad.