Sobre la Novena Femenina
En nuestro capítulo congregacional más reciente, nuestra congregación se comprometió a apoyar a las mujeres.“Al esforzarnos para ser faros de esperanza nos comprometemos a…acompañar a las mujeres a levantar nuestra voz y trabajar para lograr una iglesia y sociedad inclusiva…”
La Iglesia católica mundial se encuentra en pleno Sínodo sobre la Sinodalidad, que ha recabado la opinión de católicos de todo el mundo “para ofrecer a todo el Pueblo de Dios la oportunidad de discernir juntos cómo avanzar en el camino hacia una Iglesia más sinodal a largo plazo”.
Mientras la Iglesia se prepara para la próxima etapa del Sínodo, te invitamos a rezar con nosotros una novena femenina, cada mes durante nueve meses, por una Iglesia más inclusiva. Cada mes, compartiremos:
- Una cita del documento sinodal, titulado “‘Ensancha el espacio de tu tienda’ (Is 54,2) Documento de trabajo para la etapa continental del Sínodo“, concretamente los párrafos 60-65 sobre “Repensar la participación de las mujeres”.
- Breve biografía de una mujer de la Iglesia que nos inspira
- Una oración por nuestra Iglesia y nuestra sociedad
Novena de agosto
“Sin embargo, no concuerdan en una respuesta única o exhaustiva a la cuestión de la vocación, la inclusión y la valoración de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad. Muchas síntesis, tras una atenta escucha del contexto, piden que la Iglesia continúe el discernimiento sobre algunas cuestiones específicas: el papel activo de las mujeres en las estructuras de gobierno de los organismos eclesiásticos, la posibilidad de que las mujeres con una formación adecuada prediquen en los ambientes parroquiales, el diaconado femenino. Se expresan posturas mucho más diversificadas con respecto a la ordenación sacerdotal de las mujeres, que algunas síntesis reclaman, mientras que otras la consideran una cuestión cerrada.”
Documento de trabajo para la etapa continental del Sínodo, 64
Juldá: Una mujer profeta
La historia de Juldá se encuentra en 2 Reyes 22 y se repite en 2 Crónicas 34. El joven Rey Josías está haciendo reparaciones en el templo y quiere que se pague a todos los trabajadores y que se compren materiales para estas reparaciones. Pide que todos los metales preciosos que han sido donados sean fundidos y utilizados para estos fines. Al llevar a cabo esta tarea, el sumo sacerdote encontró el libro de la ley y reportó esto al rey, que se lo hizo leer. Al escuchar el contenido causó en el rey una gran consternación porque se dio cuenta de que sus antepasados no habían vivido la ley de Dios.
Envió una delegación para consultar con la profetisa Juldá. Su profecía, se encuentra en los versículos 14-20, no escatima palabras acerca de cómo los resultados de no obedecer la ley de Dios afectarán a la gente. Pero ella le asegura al rey que debido a que estaba “desconsolado y humillado ante el Señor” “irá a su tumba en paz”.
Kat Armas, en su libro Abuelita Fe: Lo que las Mujeres Marginadas nos Enseñan Sobre la Sabiduría, la Persistencia y la Fuerza, pone en palabras la pregunta que muchas de nosotras podemos estar haciendo: ¿Por qué rara vez hemos oído hablar de esta profetisa? Kat dice: “Me pregunto si es que su historia no se cuenta porque es difícil hablar de una mujer que dice la verdad, una profetiza que instruye al hombre -el Rey, en el camino de Dios, con las narrativas que en gran parte la iglesia impone a las mujeres. Algunos en la iglesia dicen que las mujeres no pueden guiar a los hombres, que la Biblia lo dice, pero ¿qué pasa con Juldá? Ella fue llamada por Dios para decir la verdad…”
Deleitémonos en descubrir a esta mujer que nos muestra una manera en que las mujeres pueden asumir roles activos en la Iglesia.
Oración
Juldá, profetisa desconocida, ayúdanos a escuchar más atentamente a las mujeres que son profetas entre nosotras: mujeres que dicen la verdad sin importar las consecuencias, mujeres que se mueven con el poder de Dios en situaciones de peligro, atreviéndose a proclamar la palabra de Dios a todos los que escuchan. Amén.
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