¿Qué hacen cuatro Hermanas de San José en la quinta sesión internacional de negociación de las Naciones Unidas sobre un tratado contra la contaminación por plásticos (INC-5)?
El lunes pasado, en la sesión plenaria de apertura de las negociaciones del tratado de la ONU, yo y otras tres hermanas estábamos sentadas junto a una doctora de la Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente. Durante el descanso, me preguntó por qué había allí cuatro hermanas católicas. Le expliqué que representábamos a las Hermanas de San José de todo el mundo, que comparten un origen común en Francia y que tenemos una ONG en la ONU con estatus ECOSOC. Desde los años sesenta, hemos dado prioridad a participar en asuntos globales relacionados con los derechos humanos y la justicia en las Naciones Unidas. Aunque ninguno de nosotros es experto en contaminación por plásticos, hemos aprendido mucho de organizaciones como la suya, entre ellas Atención sanitaria sin daños, la Sociedad de Endocrinología y la Red Internacional para la Eliminación de la Contaminación (IPEN). Ha sido un privilegio amplificar sus voces.
Our charism calls us to serve the dear neighbor without distinction, which includes caring for our common home. Plastic use and pollution are not just issues of developed versus developing countries or national interests like policy and economy. Plastics impact all life—regardless of social status—on a global scale. We recognize that discussions alone cannot solve this crisis. Concrete, actionable, and urgent solutions are needed to address decades of pollution effectively.
Asistí a la cuarta sesión de negociación en Canadá a principios de este año, y esta vez, me alegró que me acompañaran tres de nuestras hermanas. Nuestra comunicación ha sido interesante. Las hermanas Teresa Mitani y Chizuru Yamada, de Japón, dominan bastante bien el inglés. La hermana Agripina Morales de Perú tiene un poco de inglés. La hermana Teresa tiene un poco de español. Yo tengo un poco de español y muy poco de japonés. Con nuestro práctico Google Translate, nos ha ido bastante bien. En las sesiones plenarias, Agripina puede escuchar la interpretación simultánea en español. Todas las sesiones de grupos reducidos (normalmente varios cientos de personas) son sólo en inglés. He estado utilizando Google Translate para proporcionar a Agripina un resumen de lo que ha dicho cada país. Es un sistema interesante, pero parece que nos funciona.
Impresiones iniciales
Pedí a mis compañeros que compartieran sus impresiones iniciales sobre la sesión de negociación.
Hermana Chizuru Yamada, CSJ
Agradezco la oportunidad de participar en el INC-5. Normalmente, sólo vemos las versiones completas de los distintos tratados, por lo que es una gran bendición poder ver el proceso de su creación. Me sorprendió ver cómo cada país y región debatía seriamente sobre una sola palabra, y cómo surgían enfoques completamente diferentes sobre el mismo tema debido a las diferencias éticas y culturales que tiene cada país y región. Como aún estamos en medio del debate, no sé cómo se resolverá. Espero que se convierta en un tratado muy eficaz y vinculante.
También creo que fue una gran bendición que hermanas de tres países -Estados Unidos, Perú y Japón- participaran esta vez. Creo que al trabajar sobre el mismo tema en el mismo lugar, podemos intercambiar ideas que trascienden nuestras propias diferencias.
En realidad, me especialicé en polímeros (plásticos) en la universidad. Durante muchos años, sentí que «cómo pueden coexistir los humanos y los plásticos» es la misión de quienes han estudiado polímeros. Con esta experiencia como detonante, me gustaría prestar siempre atención a cómo se mueve el mundo en torno a los plásticos y cómo debemos actuar.
Hermana Teresa Mitani, CSJ
Anoche estaba un poco preocupada porque hubo una sensación de tensión durante la sesión de negociación de anoche, pero tengo la fuerte impresión de que cada país está considerando seriamente cómo establecer normas para este tratado.
Hermana Agripina Morales, CSJ
Mi gratitud a la congregación por la oportunidad de participar en esta reunión, en particular a Patty Johnson por invitarme a tener esta experiencia y a cada hermana por la ayuda que he recibido para estar presente en esta reunión, como dicen, «Donde hay una Hermana de San José, estamos todas».
Esperanza de acuerdo
En estos casos, el idioma, la cultura y otros aspectos limitan llegar a un acuerdo, pero las diferentes posturas y aportaciones deben negociarse si se quiere resolver el problema. En este punto, lo que no se puede negociar son los efectos que la contaminación por plásticos causa cada minuto que pasa. Creo que muchos vemos con tristeza el desinterés o la indiferencia que muestran algunos de nuestros dirigentes cuando dicen que no están de acuerdo y no plantean alternativas que resuelvan este entrampamiento que el propio ser humano ha desencadenado. A veces nos hace pensar que hay otros factores que no les permiten cambiar de idea para llegar a un acuerdo y beneficiar a todos o a los que vivirán con esto en el futuro.»
Como pueden ver por estos comentarios, estar aquí nos ha afectado profundamente. Hemos reforzado nuestras relaciones mutuas y con nuestros socios, hemos interactuado con los equipos de nuestros tres países y seguimos esperando un resultado positivo.